sábado, 9 de octubre de 2010

EL ESPEJO

Un mes de cole, y ya me he cargado los primeros pares de zapatos. Soy el que gana en casa en destrozarlos, es que soy el único que de verdad juega al fútbol , no puedo evitarlo. Papá me ha pasado un video para mi blog, así que lo pongo ya. Jooo. El lunes al cole, nada de puente. Y anda que mi padre tiene un catarro de campeón. Está en cama, así que aprovecho  y le robo el PC. To pa mí.

3 comentarios:

  1. Ya sois dos, Tony y tu los destroza zapatos, y es que el futbol es el deporte reyyyy. La suerte es la de Tony que si tiene puente jajaja. LO DEL ESPEJO, GENIALLLL, me ha gustado mucho. Recemos para que muchos buenos curas hagan crecer su espejo, que hace mucha falta.
    Que se mejore tu papi. ABRAZOS.

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  2. Anónimo22:08

    Me ha gustado la historia del espejo, hay muchos, muchisimos buenos sacerdotes que saben hacer crecer su espejo hasta desaparecer tras el, recemos para que perseveren siempre en su entrega a Cristo.
    En cuanto a lo de los zapatos... me dejas tranquila veo que mi Nico no es el único... cada mes y medio... botas de futbol nuevas...
    Deseo que tu padre se ponga bueno , que se cuide mucho. Un beso!

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  3. Me ha encantado la historia del espejo. Pero ya sabes que eso del espejo no solo va dirijido a los sacerdotes sino a todos nosotros. Los demás deben ver a Dios en nosotros, a veces no serà nada fácil. Pero es un bello reto.

    En cuanto a lo de los zapatos rotos, no me ganas, recuerdo haber llegado a romper unas zapatillas en el mismo día que me las compraban.
    Siempre iba dándole patadas aunque fuera a las piedras, lo mío por el fútbol era una auténtica obsesión.Si perdía el Real Madrid esa noche no dormía, no había otra cosa que puediera quitarme el sueño.

    En parte para ahorrar porque no sobraba el dinero, en parte para humillarme un poco como castigo y ser más cuidadoso con el calzado nuevo, alguna vez cuando lo rompí, en vez de comprarme uno nuevo, me los remendaban con con algún parche de tela mi madre que sabe coser o el zapatero. Esto le hacía reir mucho a mis amigos y compañeros de clase,pero a mí me sentaba fatal, así aprendí a cuidar más las cosas.

    Dios quiere que cuidemos las cosas que Él nos da para nuestro bien: los libros, ropa,zapatos, la comida...etc

    Procura hacerlo.

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